Los contrincantes esta vez son USA y China.
La carrera espacial fue uno de los episodios más emblemáticos del siglo XX, una competición tecnológica y polÃtica entre Estados Unidos y la Unión Soviética por la conquista del espacio. Más allá de la Luna, esta pugna representó la lucha por el liderazgo global en innovación, ciencia y poderÃo militar. Fue un catalizador de avances que transformaron industrias enteras, desde las telecomunicaciones hasta la informática. Hoy, décadas después, vemos un nuevo tipo de carrera tecnológica: la inteligencia artificial. Los protagonistas han cambiado, pero el objetivo sigue siendo el mismo: dominar el futuro. A por la medalla de oro, cueste lo que cueste.
1- Hace unos dÃas, Sam Altman, CEO de OpenAI, desvelaba que tienen un modelo «nivel doctorado» que van a mostrar al gobierno antes de mostrarlo al público. ¿Puede parecer un farol? SÃ, aunque puede ser cierto. Los benchmarks (las pruebas estándar de rendimiento) con los modelos actuales son sorprendentes, pero en lugar de mostrar los gráficos, que ya habréis visto, voy a responder con mi experiencia. Estos dÃas estoy de exámenes y he usado O1, el modelo de razonamiento de ChatGPT, para resolver algunos ejercicios de exámenes anteriores de Ecuaciones Difrenciales, asignatura de tercero. Lo hace sin despeinarse, con todo el desarrollo correcto y usando estrategias creativas. Si el modelo disponible para todos, O1 (ya han presentado O3 y sus resultados son espectaculares) tiene «nivel universitario», me creo que tengan ya uno de doctorado.
2- China contraataca y su manera de hacerlo es liberar modelos open source. La empresa china DeepSeek ya ha liberado varios modelos muy competitivos en los últimos meses. Ahora, DeepSeek ha liberado un modelo uno que prácticamente equivale a O1. Al ser open source, las versiones más ligeras las puedes usar en tu propia máquina, sin depender de nadie. Con la calidad que tiene puede ser muy útil ya para muchas empresas que no quieran depender de terceros. Es un golpe a OpenAI en varios sentidos. Primero, la competencia: si accedes por API es mucho más barato que O1, y si lo usas local ya solo depende de tus recursos. Segundo, que al ser open source, es una oportunidad para la comunidad y para otras empresas (más competencia). Por último, han hecho lo que no hace OpenAI, sacar un paper que, de alguna manera, es como desvelar el secreto de la cocacola.
3- STARGATE. Ese es el nombre que le han puesto a la joint venture de 500.000 millones de dólares entre OpenAI, Oracle y SoftBank, con la bendición de Trump. El presidente ha presentado el proyecto y ya ha dicho que van a poner los medios que sea necesarios (sobre todo relacionado con la inmensa cantidad de energÃa que requieren sus centros de datos). Trump ha insistido a Altman en la rueda de prensa que comente los posibles beneficios en medicina que tendrá en un futuro esta tecnologÃa, y ha señalado la lucha contra el cáncer. Igual se han venido arriba con eso pero lo cierto es que en los últimos años ya han aparecido IAs que detectan el cáncer de mama mejor que los médicos. El objetivo de Trump es claro: esta tecnologÃa se debe desarrollar en USA. Que el cambio climático no sea un impedimento, pueden quemar carbono a su gusto.
Algunos ya comparan el gasto de STARGATE con las misiones Apolo. Y el nombre que por alguna razón hace referencia al espacio, tampoco parece casual. Quieren recuperar los tiempos de la carrera espacial contra la URSS. ¿Quién ganará esta vez?